En este curso aprenderás exclusivamente a formular y preparar cosméticos naturales para el cuidado facial.
Hay algunas preguntas que solemos hacernos a la hora de crear nuestra propia rutina facial. Vamos a responderlas para que no quede ninguna duda.
Finalmente, conocer los principios activos que componen tus productos cosméticos es fundamental no sólo para encontrar los adecuados para los distintos tipos de piel, sino también para evitar que puedan hacernos mal o generar reacciones adversas como alergias o sarpullidos.
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La piel es un órgano que reviste la totalidad de nuestro cuerpo, no es solo una envoltura que nos separa del mundo exterior. Es una compleja barrera protectora, un ente vivo y dinámico que juega un papel vital en nuestra salud y bienestar general.
Muchos trastornos de la piel son tratables. Los métodos comunes de tratamiento para afecciones de la piel incluyen:
Conocer la composición química del maquillaje y los productos cosméticos que utilizamos a diario es basic para entender la forma en la que estos actúan sobre la piel y cómo nos benefician.
El objetivo de cualquier rutina facial es optimizar el funcionamiento de tu piel. Cada tipo de piel necesita ciertos cuidados específicos para ser su mejor versión: las necesidades de una piel con acné juvenil no cuidado de la piel tienen nada que ver con las de una piel con signos visibles de la edad (para averiguarlo puedes leer nuestro artículo sobre cuál es tu tipo de piel).
A esta edad, el objetivo es preservar y proteger, por lo cual se sugiere una rutina que incluya en la mañana: limpieza con un producto adecuado para el tipo de piel, que controle el exceso de grasa propio de la edad; el uso de una crema hidratante con SPF que refuerce la protección solar; y el uso de un protector solar que sea en gel/emulsión/fluido, mínimo dos veces al día.
No, la exfoliación diaria puede ser demasiado agresiva para la piel. Exfolia tu piel suavemente una o dos veces por semana.
El orden de los productos a aplicar en una rutina facial sigue siempre un principio básico: los más ligeros se aplican primero, y los más densos al closing. De lo contrario le restaríamos eficacia a los productos que estamos utilizando.
Algunas terapias alternativas pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud de la piel. Terapias como el masaje, la acupuntura, la aromaterapia y la terapia de luz pueden ser beneficiosas para reducir los niveles de estrés y mejorar la apariencia de la piel.
El maquillaje y las técnicas de camuflaje pueden ser utilizados para disimular las ojeras. Utilizar corrector, iluminador y polvos translúcidos puede ayudar a reducir la apariencia de las ojeras y dar luminosidad a la zona bajo los ojos.
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